Viaje a Grecia

Día 4 Lebadea - Osios Loukás - Delfos - Termópilas - Meteora (310 Km.)

(a 32 Km.) Osios Loukás: El monasterio de Osios Loukás u Hosios Loukás es uno de los más bellos monasterios bizantinos de Grecia. Está inscrito en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco junto al monasterio de Daphni y el monasterio de Néa Moní de Chíos desde 1990.​ Es conocido por sus mosaicos sobre fondo dorado del siglo XI, sus pinturas y el refinamiento de su decoración: pisos de mármol, jaspe y pórfido. El Katholikon contiene el complejo de mosaicos mejor conservado de la época del Renacimiento macedonio. Sin embargo, el complejo no está completo: falta la imagen original de Cristo Pantocrátor dentro de la cúpula, al igual que las figuras de arcángeles que normalmente se colocan entre las ventanas superiores. Dedicado a su fundador, San Lucas, un ermitaño del siglo X (cuyos restos se pueden ver en la cripta), el monasterio de Osios Loukás es uno de los edificios medievales más importantes de Grecia y también uno de los más visitados.

Fue construido en 1011 sobre los cimientos de una iglesia construida en el 944. El plano octogonal de la iglesia se convirtió en una referencia principal para la arquitectura bizantina tardía. En el marco del Imperio otomano, Osios Loukás fue el lugar de una gran batalla, como lo demuestran los cañones expuestos en el edificio.El santo fundador profetizó que el monasterio estaría vivo "hasta el fin de los tiempos". Desde su fundación, hace un milenio, hasta el presente, la vida monástica en él no se ha interrumpido nunca, manteniendo el patrimonio religioso vivo: la rica liturgia greco-ortodoxa con los maravillosos cantos bizantinos. El paisaje que lo rodea es de una gran belleza, dominando extensos olivares, cuidados con esmero. La comunidad monástica produce uno de los mejores aceites de oliva ecológicos del Mediterráneo.

(a 37 Km.) Delfos: En nuestro camino hacía Meteora nos detenemos en Delfos, que aunque sabíamos previamente de su interés turístico, nos sorprendió positivamente y fue uno de los lugares que más nos gustó de nuestro viaje por Grecia, especialmente por el entorno en el que se encuentra. Llegamos a Delfos provinientes de Arájova, por lo cual la primera parte que encontramos del conjunto es el santuario de Atenea Pronea, que estaba emplazado en la falda sur del monte Parnaso, ​al sudeste del santuario de Apolo. En esta zona, donde estaba el Templo de Atenea Pronea, el gimnasio, altares y tesoros, destaca el Tholos de Delfos, construido en el año 390 a. C. El tholos estaba constituido por una estructura circular monóptera de 13.50 metros de diámetro, rodeada en su parte exterior por veinte columnas dóricas de 17.76 metros de altura, dispuestas en círculo. Actualmente se mantienen en pie tres columnas exteriores y parte del arquitrabe. El tholos forma parte del conjunto del sitio arqueológico de Delfos, catalogado desde 1987 como Patrimonio de la Humanidad en Grecia por la Unesco.

En épocas antiguas el santuario de Delfos era el lugar del oráculo de Delfos, dentro de un templo dedicado al dios Apolo. Delfos era reverenciado en todo el mundo griego como el lugar del ónfalos o centro del universo. Empezamos a ascender la ladera del santuario, pasando primero frente a los diferentes tesoros, destacando especialmente el de los atenienses, reconstruido en 1906. Seguimos avanzando por la Vía Sacra hasta llegar al Templo de Apolo. Las ruinas del Templo de Apolo en Delfos, que se remontan al siglo IV a. C., pertenecen a un templo dórico periptero. Construido en estilo dórico, disponía de seis columnas de toba en el frente y quince en los lados. Sobrevivió hasta el 390, año en el que el emperador cristiano, Teodosio I, silenció el oráculo con la destrucción del templo y la mayoría de las estatuas y obras de arte en nombre de la Cristiandad.

El antiguo teatro en Delphi se construyó más arriba del Templo de Apolo, ofreciendo a los espectadores una vista de todo el santuario y la parte inferior del valle. Fue construido originalmente en el siglo IV a. C., pero fue remodelado en varias ocasiones, particularmente en 160/159 a. C. a expensas del rey Eumenes II de Pérgamo y en el año 67 d. C. con motivo de la visita del emperador Nerón. El koilon (cavea) se apoya contra la ladera natural de la montaña. El koilon se dividió horizontalmente en dos zonas a través de un corredor llamado diazoma. La zona inferior tenía 27 filas de asientos y la superior solo 8. El teatro podía albergar a unos 4.500 espectadores. El estadio está ubicado más arriba de la colina, más allá de la vía sacra y el teatro. Fue construido originalmente en el siglo V a. C pero fue modificado en siglos posteriores. La última remodelación importante tuvo lugar en el siglo II d. C. bajo el patrocinio de Herodes Atticus cuando se construyeron los asientos de piedra y la entrada (arqueada). Con capacidad para 6500 espectadores, la pista tenía 177 metros de largo y 25,5 metros de ancho.

El ticket de la entrada al sitio arqueológico también incluye la visita al Museo arqueológico de Delfos. Se trata de un pequeño museo de dos plantas y 14 salas que ofrece obras de gran interés, como elementos arquitectónicos del tesoro -capilla votiva- de la ciudad de Sifnos, incluyendo la esfinge de Naxos que data del año 575 - 560 a. C, la cabeza criselefantina de Artemisa (siglo VI a. C.), el ónfalo de Delfos y el famoso Auriga de Delfos, una escultura griega de 1,80 metros de altura. Se trata de una de las escasas esculturas originales en bronce que se conservan del mundo griego. El grupo estaría formado seguramente por el auriga que sostiene las riendas de la cuadriga, los cuatro o seis animales, un guerrero detrás de él, además de un mozo de cuadra.

(a 80 Km.) Termópilas: Nos vamos hacía el norte, camino de Meteora, con el objetivo de parar en Termópilas, todavía con la luz del sol, para hacer un descanso, pero el viaje se complicó ya que la niebla nos acompaña durante todo el trayecto a lo largo de la carretera E65, y cuando llegamos ya ha oscurecido y llueve intensamente. Por ese motivo nos limitamos a realizar una fotografía al Memorial de Leónidas. Quizás el lugar no es muy interesante, pero como apenas nos tenemos que desviar cinco minutos desde la autopista, aprovechamos la excusa de hacer un descanso para ver la estatua del general espartano, que murió con sus 300 hombres en la famosa batalla contra los persas, en el paso de las Termópilas, en el año 480 a. C.

(a 161 Km.) Meteora: Dormimos en la acogedora Spartacus House, en la población de Kastraki, desde la que tenemos vistas del Monasterio de San Nicolás de Meteora.